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La esclerosis múltiple y el alcohol: ¿qué efectos tienen?

Con la revisión médica de Evelyn O. Berman, M.D. y Remi A. Kessler, M.D.
Artículo escrito por Scarlett Bergam, M.P.H. y Simi Burn, PharmD
Posted on August 13, 2024

Si padece esclerosis múltiple (ES), debe preguntarse cómo podría afectar el consumo de alcohol moderado o en grandes cantidades a la enfermedad y bienestar general. Como dijo un miembro de MyMSTeam: “Debo dejar de beber alcohol para ocultar mis síntomas … nunca me sirve de mucho al día siguiente”.

Si usted o un ser querido tiene EM, es importante comprender las posibles consecuencias del alcohol y analizar los hábitos de consumo con su neurólogo.

¿Puede el consumo de alcohol causar EM?

Las investigaciones neurológicas aún no han podido determinar la causa principal de la EM, pero los científicos consideran que puede tratarse de una combinación de factores genéticos y ambientales.

En un análisis de la investigación sobre la EM y el alcohol, no se pudo establecer una relación coherente entre ambos. Por ejemplo, en el análisis se observó que algunos estudios indican que beber alcohol no guarda relación con tener un mayor riesgo de presentar EM. En otros, incluso, se informa que el alcohol puede ayudar a protegerse contra la EM. De hecho, en un estudio de Journal of Personalized Medicine, se indicó una reducción del riesgo en un 20 porciento en las personas que beben alcohol en comparación con aquellas que no lo hacen.

Sin embargo, diferentes estudios presentan resultados casi opuestos. En algunos estudios se informa que, antes de recibir el diagnóstico, las personas con EM comienzan a beber a más temprana edad, son más propensas a ser bebedoras habituales y beben vino y bebidas fuertes con mayor frecuencia que las personas sin EM. También se ha descubierto en estudios que las personas con dependencia del alcohol tienen más probabilidades de presentar EM.

Al parecer, algunos de los efectos del alcohol pueden prevenir la EM, mientras que otros pueden empeorarla. Específicamente, el consumo bajo o moderado reduce las respuestas inmunitarias inflamatorias asociadas con la EM. No obstante, el alcohol también afecta al sistema nervioso central y promueve la desmielinización (cuando se daña o destruye la capa protectora de las fibras nerviosas del sistema nervioso central). Por lo tanto, no hay una respuesta clara con respecto a si causa o previene la EM. Tal vez es un poco de ambos.

El efecto del alcohol sobre los síntomas de la EM

En algunas personas con EM, se demostró que el consumo de alcohol reduce los síntomas. Una investigación parece indicar que beber alcohol a corto plazo en realidad puede ayudar al sistema inmunitario al reducir su actividad. Esto puede disminuir la inflamación, que es la respuesta del organismo ante una lesión o infección. Sin embargo, en la misma investigación se indica que el abuso o consumo excesivo de alcohol a largo plazo puede perjudicar el sistema inmunitario y podría aumentar la respuesta inflamatoria característica de la EM. Debido a estos resultados contradictorios, queda claro que es necesario realizar más investigaciones.

Un miembro de MyMSTeam contó lo siguiente: “Estaba teniendo un buen día hasta que consumí una bebida alcohólica y, 30 minutos más tarde, comencé a sentir dolor. El alcohol nunca había tenido efectos sobre mis síntomas hasta ese momento”.

Otro miembro descubrió que evitar por completo el alcohol le era útil: “Hoy, después de varios años sin consumir alcohol, recuperé mis habilidades motoras. Puedo flexionar la pierna nuevamente, y mi ritmo y el movimiento de mis caderas mejoraron”.

En un estudio de 2017 se demostró que el consumo moderado (más de tres vasos de vino tinto por semana) se relacionó con una calificación más baja de la gravedad de la esclerosis múltiple y en la Escala Ampliada del Estado de Discapacidad, en comparación con la obtenida con el consumo leve o la ausencia de consumo de alcohol. Curiosamente, en este estudio también se demostró que el volumen de las lesiones en las imágenes por resonancia magnética (IRM) aumentó con el consumo de alcohol. Si bien solicitaron que se hagan más estudios, los investigadores sugirieron que los resultados pueden haberse debido a los efectos protectores del vino tinto en el cerebro. Un miembro de MyMSTeam compartió la siguiente observación: “El vino tinto contiene resveratrol, que nos ayuda a combatir los problemas ambientales en relación con el cerebro”.

Dicho esto, los efectos secundarios en el sistema nervioso central por el consumo de alcohol, como la pérdida de la coordinación y la dificultad para hablar, pueden ser similares a los síntomas de la EM. Si ya tiene problemas de habla, de equilibrio, cognitivos (razonamiento) o de control de esfínteres debido a la EM, es posible que beber alcohol los empeore.

Como dijo un miembro del MyMSTeam: “¡Bebo solo un trago y siento como si hubiese bebido 10! No tenía este problema antes de la EM”.

Si bien los resultados variaban según el país, en un análisis de varios estudios se demostró que “el alcohol pareció tener un efecto negativo en la evolución de la discapacidad en la EM”. El consumo de niveles de alcohol moderados o elevados también se ha relacionado con la observación de mayores lesiones cerebrales graves en las IRM, lo que puede indicar una evolución más grave de la EM. En general, el análisis de estos estudios no fue concluyente y sugiere que el alcohol “puede estar relacionado tanto con los buenos resultados en la EM como con los malos”.

El alcohol y las terapias modificadoras de la enfermedad

La mayoría de las terapias modificadoras de la enfermedad (disease-modifying therapies, DMT) no incluyen reglas específicas con respecto al alcohol. Sin embargo, siempre debe analizar con su médico sus medicamentos y antecedentes de salud antes de decidir si es seguro que beba.

En algunos casos, los efectos secundarios del alcohol pueden ser más fuertes durante el tratamiento con una DMT. Un miembro de MyMSTeam contó lo siguiente: “Acabo de notar que casi no tengo tolerancia. Un solo vaso de vino ya me derriba”. Otro comentó: “La moderación es clave pero, en distintas etapas del uso de medicamentos, lo mejor es la abstinencia”.

Hable con su neurólogo y analice ejemplos de DMT que podrían influir en su decisión de beber alcohol.

Medicamentos inyectables

El acetato de glatiramer (Copaxone o Glatopa) puede provocar intolerancia al alcohol como efecto secundario poco frecuente. La intolerancia al alcohol consiste en la dificultad del organismo para descomponer el alcohol, lo que puede generar reacciones desagradables como enrojecimiento de la piel, congestión nasal, presión arterial baja y síntomas gastrointestinales. Tenga cuidado con el alcohol si toma este medicamento.

Aunque no hay advertencias o estudios específicos sobre el acetato de glatiramer y el alcohol, varias DMT inyectables pueden causar problemas hepáticos. En raras ocasiones, las personas tuvieron problemas hepáticos con el acetato de glatiramer, que desaparecieron al dejar de tomarlo. Su médico puede monitorear la función hepática mediante análisis de sangre para ver si presenta una reacción adversa al medicamento.

Otras DMT inyectables que pueden afectar al hígado incluyen interferón beta-1a (comercializado como Avonex, Rebif, Betaseron y Extavia), peginterferón beta-1a (Plegridy) y ofatumumab (Kesimpta).

Informe a su médico si planea beber alcohol mientras toma estos medicamentos, para que pueda darle consejos en función de cualquier problema hepático y su salud general.

Medicamentos orales

Beber alcohol mientras toma fumarato de diroximel (Vumerity) puede reducir la absorción del medicamento. Sin embargo, el fabricante informa que no necesita dejar de beber alcohol por completo si toma Vumerity. Hable con su neurólogo sobre si debería medir el tiempo para no consumir bebidas alcohólicas cerca de la toma del medicamento o si debería evitar beber alcohol.

No hay advertencias específicas con respecto al alcohol en las etiquetas de los medicamentos. Con varias DMT orales se pueden obtener resultados anómalos en análisis sobre la función hepática o producir lesiones hepáticas graves, y es posible que se aconseje tener precaución al consumir alcohol con estos fármacos. Se incluyen los siguientes:

  • Cladribina (Mavenclad)
  • Fumarato de dimetilo (Tecfidera)
  • Fingolimod (Gilenya, Tascenso ODT)
  • Ozanimod (Zeposia)
  • Ponesimod (Ponvory)
  • Siponimod (Mayzent)
  • Teriflunomida (Aubagio)

Medicamentos por infusión

Las DMT por infusión, como alemtuzumab (Lemtrada), mitoxantrona (Novantrone), ocrelizumab (Ocrevus), natalizumab (Tysabri), natalizumab-sztn (Tyruko) y ublituximab-xiiy (Briumvi), no tienen advertencias específicas con respecto al alcohol. Sin embargo, siempre existe la posibilidad de que surjan problemas hepáticos al recibir cualquier medicamento.

Recibir cualquier tipo de DMT implica un compromiso y requiere que sea constante para que el tratamiento sea eficaz en la ralentización del avance de la enfermedad. Lamentablemente, la mala memoria es la segunda causa principal de falta de cumplimiento de las DMT en personas con EM. Se ha demostrado en estudios que las personas con EM que beben alcohol pueden tener más dificultades para cumplir con sus planes de tratamiento. Esto puede producir recaídas o el empeoramiento de los síntomas, lo que dificulta más el control de la afección.

Además, los médicos no siempre consultan sobre el consumo de alcohol. Al tener en cuenta que muchas personas con EM consumen varios medicamentos, las sustancias adicionales (como el alcohol, la cafeína, los suplementos dietéticos y el cannabis) pueden contribuir aún más a los efectos secundarios asociados con la polimedicación (el uso diario de cinco o más medicamentos).

Obtenga más información sobre los tratamientos y las terapias para la EM.

Comorbilidades de la EM y el alcohol

Es importante que las personas con EM tengan en cuenta el riesgo de presentar otros problemas de salud (denominados comorbilidades). El consumo de alcohol y otras elecciones de vida pueden aumentar las probabilidades de desarrollar comorbilidades frecuentes como enfermedades cardíacas, diabetes y depresión. Aunque no siempre se puede controlar el resultado de la EM, enfocarse en lo que puede cambiar, como el consumo de alcohol, puede permitirle hacerse cargo de su salud. Cambiar sus hábitos de consumo de alcohol es una manera de protegerse contra el avance de la EM y otros problemas de salud que pueden afectar su calidad de vida.

En definitiva, cada persona con EM es diferente y puede tener una reacción distinta al alcohol. Siempre hable con su médico sobre el consumo de alcohol, sobre todo si parece interactuar con sus medicamentos o si empeora los síntomas de la EM. Su médico puede darle consejos u orientación sobre el alcohol según su situación.

Hable con otras personas que puedan entender su situación

MyMSTeam es la red social para personas con esclerosis múltiple y sus seres queridos. En MyMSTeam, más de 213,000 miembros se reúnen para hacer preguntas, dar consejos y compartir sus historias con otras personas que entienden la vida con EM.

¿Nota una relación significativa entre los síntomas de la EM y el consumo de alcohol? ¿Qué opina sobre el consumo de alcohol moderado? Comparta consejos y su experiencia en un comentario a continuación o en la página de Activities (Actividades).

Posted on August 13, 2024
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Evelyn O. Berman, M.D. es una especialista en neurología y pediatría y atiende trastornos cerebrales en niños. Reseña ofrecida por VeriMed Healthcare Network. Más información sobre ella aquí.
Remi A. Kessler, M.D. está afiliado a la Universidad Médica de Carolina del Sur y a la Clínica Cleveland. Más información sobre ella aquí.
Scarlett Bergam, M.P.H. es estudiante de medicina de primer año en la George Washington University y antigua becaria de investigación Fulbright en Durban, Sudáfrica. Más información sobre ella aquí.
Simi Burn, PharmD es una farmacéutica con una vasta experiencia en atención a largo plazo, geriatría, farmacia comunitaria, gestión, medicina a base de hierbas y salud holística. Más información sobre ella aquí.

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