La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad en la que el sistema inmunitario, que normalmente nos protege de agentes externos, ataca por error a la mielina, una capa protectora que recubre los nervios del cerebro y la médula espinal (conjunto de nervios dentro de la columna vertebral que conecta el cerebro con el resto del cuerpo). Este daño provoca lesiones que causan los síntomas de la EM.
Afortunadamente, hoy en día existen más opciones de tratamiento para ayudar a controlar los síntomas de la EM. Estos tratamientos se dividen en tres grupos principales: tratamientos modificadores de la enfermedad (TME), medicamentos para tratar los brotes y medicamentos para tratar los síntomas.
Los tratamientos modificadores de la enfermedad (TME) actúan regulando el sistema inmunitario para reducir los ataques autoinmunes y los brotes de EM (episodios en los que los síntomas empeoran o aparecen nuevos, debido a la inflamación en el sistema nervioso.). Estos tratamientos son terapias de mantenimiento, lo que significa que deben tomarse a largo plazo para detener el avance de la EM.
La mayoría de los profesionales de la salud recomiendan comenzar las TME lo antes posible tras recibir un diagnóstico de EM. Tomar estos medicamentos de manera constante, sin saltarse ninguna dosis, es fundamental para manejar la enfermedad de forma efectiva y mejorar su calidad de vida.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) ha aprobado varios tipos de TME. Dependiendo del medicamento, estas terapias pueden administrarse de diferentes maneras: algunas se dan mediante infusiones en el consultorio médico, mientras que otras se toman en casa, ya sea en forma de pastillas o autoinyecciones.
Los siguientes medicamentos se aplican mediante inyecciones subcutáneas (debajo de la piel) y pueden administrarse en casa:
Además, existe una combinación de medicamentos —ocrelizumab y hialuronidasa-ocsq (Ocrevus Zunovo)— que también se inyecta debajo de la piel. Sin embargo, según las indicaciones del medicamento, debe ser administrado por un profesional de la salud.
Algunos tratamientos se administran mediante infusiones intravenosas (directamente en una vena) en una clínica o consultorio médico:
Estos medicamentos se toman en forma de pastillas o cápsulas:
La mayoría de los medicamentos modificadores de la enfermedad solo están aprobados para tratar las formas de EM con brotes. Estos incluye:
Actualmente, ocrelizumab es el único medicamento modificador de la enfermedad aprobado para tratar la EM primaria progresiva, un tipo de EM en el que los síntomas empeoran gradualmente sin brotes definidos.
Si desea conocer más detalles sobre medicamentos específicos, consulte esta lista completa de tratamientos para la esclerosis múltiple.
Algunos medicamentos para la EM requieren una prueba para detectar el virus John Cunningham (JC), un virus común que puede provocar efectos secundarios graves. Si está bajo alguno de estos tratamientos, es posible que necesite análisis de sangre periódicos para controlar sus niveles del virus. Si los niveles son demasiado altos, su médico podría sugerirle cambiar de tratamiento.
Dado que las terapias modificadoras de la enfermedad (TME) actúan suprimiendo partes del sistema inmunitario, muchos de estos tratamientos pueden aumentar el riesgo de desarrollar infecciones y, en casos raros, ciertos tipos de cáncer. Cada medicamento tiene efectos secundarios y niveles de riesgo diferentes.
Su médico puede ayudarle a entender los riesgos y beneficios de cada tratamiento, tomando en cuenta su historial médico y su situación particular. No dude en hablar abiertamente sobre sus preocupaciones para tomar decisiones informadas y seguras.
En el manejo de la esclerosis múltiple, la toma de decisiones compartida es una forma efectiva de elegir el tratamiento más adecuado. Este enfoque se basa en la colaboración entre usted y su médico.
Su médico le proporcionará información sobre los riesgos y beneficios de las diferentes opciones de tratamiento, le dará recomendaciones y responderá a sus preguntas. Por su parte, usted compartirá sus preferencias, lo que es importante para usted y cómo le gustaría manejar su vida con la EM. Juntos, decidirán cuál es la mejor opción de tratamiento para su caso.
Este proceso no solo le permite sentirse más involucrado en su cuidado, sino que también asegura que el tratamiento se ajuste a sus necesidades y estilo de vida. Además, asegura que su voz sea escuchada y que el tratamiento elegido sea el más adecuado para usted. No dude en expresar sus inquietudes y preguntas: su participación es clave para un manejo exitoso de la EM.
Durante un brote o recaída de EM, su médico puede recetar medicamentos de manera temporal para controlar sus síntomas y ayudar a que la enfermedad se estabilice nuevamente. Las opciones más comunes para los brotes incluyen corticoides, como la metilprednisolona (Solu-Medrol), o un medicamento similar llamado hormona corticotropina (Acthar Gel).
Los corticoides (también conocidos como corticosteroides esteroides) reducen la inflamación y son seguros y efectivos cuando se usan por periodos cortos. Sin embargo, si se toman durante mucho tiempo, pueden causar efectos secundarios como:
Para las personas que no toleran dosis altas de corticoides o no obtienen buenos resultados con ellos, existe otra opción: la plasmaféresis o intercambio de plasma terapéutico. Este procedimiento consiste en extraer, filtrar y reemplazar el plasma de la sangre para eliminar sustancias dañinas.
La esclerosis múltiple puede causar una variedad de síntomas motores (relacionados con el movimiento), cognitivos (afectan el pensamiento, la memoria y la concentración) y generales que afectan las actividades diarias. Cuando estos síntomas son graves, pueden llegar a causar discapacidad.
Algunos tratamientos están diseñados específicamente para ayudar a manejar estos síntomas. Aunque estos medicamentos para la EM pueden mejorar su capacidad para realizar actividades diarias y su calidad de vida, es importante tener en cuenta que no tratan la enfermedad en sí ni detienen su avance.
Existen diversas terapias y medicamentos que pueden ayudar a controlar los síntomas específicos de la esclerosis múltiple:
También hay medicamentos que tratan otros síntomas, como problemas intestinales, de vejiga o disfunción sexual así como mareos, temblores, dolor o depresión.
Además de los medicamentos convencionales, a algunas personas con EM les ayudan las terapias complementarias o alternativas, como:
Todas las personas, incluyendo aquellas que tienen esclerosis múltiple, se sienten mejor cuando llevan una dieta saludable y equilibrada. Aunque no existe una dieta específica para la EM, trabajar con un nutricionista o nutriólogo le puede ayudar a descubrir cómo incorporar alimentos más saludables a su rutina y encontrar lo que mejor funcione para usted.
Una dieta equilibrada y nutritiva no solo le ayuda a sentirse bien, sino que también puede ayudarle a mantener un peso saludable y reducir el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como diabetes, osteoporosis o problemas del corazón.
MyMSTeam es la red social para personas con EM y sus seres queridos. Aquí, más de 219,000 miembros se reúnen para hacer preguntas, dar consejos y compartir sus experiencias con otras personas que entienden cómo es vivir con EM.
¿Qué tratamientos ha probado para la EM? ¿Han sido efectivos? Comparta su experiencia y su opinión en los comentarios o en su página de Actividades.
Become a member to get even more